account_circle Por: María Cecilia Alvarez, Career Partner, People & Partners

access_time 30 · 03 · 2017

Estamos conscientes de que las palabras generan realidad, es decir, van construyendo CREENCIAS en los espacios que compartimos con los demás, de a poco, de manera imperceptible, sigilosa. En un momento del camino, podemos darnos cuenta de que sin siquiera percatarnos, se han ido INSTALANDO, creencias que son nefastas para las personas, para los objetivos, para lograr la excelencia y que son la forma de que los grandes proyectos siempre cuenten con los detractores invisibles, porque hay ciertas VERDADES FALSAS INSTALADAS INTANGIBLES.

La práctica de atribuir los malos resultados a frases como: “Estamos en Chile”, o dejar todo para última hora, señalando “como buen chileno”, es para mí indignante.

La complacencia con la que las personas pueden justificar sus bajos estándares, y la mediocridad, abarcando a todas las personas que somos chilenas, patriotas y que estamos lejos de considerar que las cosas en Chile se hacen mal porque somos así, es inaceptable, y a pesar de estar segura de que existen muchos como yo, que se sienten violentados con frases como éstas, nadie dice basta. De hecho, en televisión, muchas veces los periodistas inducen este tipo de respuesta, mostrando complacencia en su rostro para que el que es consultado se sienta en complicidad para decir esta frase que tan mal le ha hecho y le sigue haciendo a nuestra cultura.   Creo que ni siquiera se le toma el peso a cada sentencia como ésa, y que son escuchadas y repetidas entonces por niños, lo que la va asentando y luego se hace difícil de cambiar. Si entregamos el paragua amplio de permisos para no ser eficientes porque es “Chilito”, sin siquiera sentirse afectado por ello, esto no va a cambiar, se mantendrá y fortalecerá, lo cual, claramente irá en contra de cada uno de nosotros, de nuestra cultura, de Chile, de nuestro desarrollo.

Afortunadamente hemos tenido en nuestra realidad figuras destacadas en el tenis, el fútbol, ciencias, etc. que no son representantes de esa mediocridad que algunos insisten en cultivar, y son ícono de que en Chile se pueden hacer las cosas al mejor estándar, si es que se cambia la actitud!

Cuando llega el periodo de los pagos de Permiso de Circulación, ¿por qué se atribuye el pagarlo el último día a que es de “dejado”, o “como buen chileno a última hora”? ¿Por qué no pensar en que Marzo es un mes de muchos gastos, en que hay que pagar las vacaciones, comprar de útiles escolares, uniformes, etc. y que hay un gran número de personas que optarán por descongestionar el mes, pagando esta obligación con el sueldo de Abril y no por “dejado”?

Cuando llega el periodo estival y se cubre como noticia las Plantas de Revisión Técnica, nuevamente exacerbando que los chilenos dejan el trámite para último minuto. ¿Cómo se critica a alguien que deja este trámite para después, cuando el hacerlo significa gastar 3 a 4 horas de tu jornada, que nadie tiene? Pese a que es un trámite exigido legalmente, no hay concordancia en las facilidades para hacerlo, y así sucesivamente, podemos dar muchos ejemplos de cómo gran parte de las veces, existen razones más de fondo para actuar de la manera en que se hace.

Llegar atrasado a reuniones y compromisos no es de “chileno”, es de alguien que trabaja a un bajo estándar.

En mi trayectoria laboral, me correspondió en varias ocasiones trabajar en Multinacionales, con extranjeros, norteamericanos, australianos, canadienses, suecos, etc. Nunca vi que un chileno no pudiera trabajar al nivel esperado, o que fuese desvinculado porque en esas empresas el personal es altamente productivo y el chileno no. No es así. Por lo tanto, todas esas frases que se insiste en instalar, como “el chileno no es productivo porque saca la vuelta”, No es así. O decir “gasta tiempo en el cafecito y el cigarrito”…a veces sólo se trata de amenizar, de hacer un break, en una extensa jornada laboral, en la que existen sólo 5 países en el mundo en que ella es mayor a la que tenemos en Chile.

Dado que el mundo organizacional es tan relevante en la generación de prácticas de cultura, creo que todos los que participamos en él, tenemos una responsabilidad: la de fomentar las creencias positivas, y a rechazar estas frases que nos desmerecen, que son atentados contra la Reputación Nacional, y con ello, contra cada uno de todos nosotros.

Por María Cecilia Alvarez, Career Partners, People & Partners.

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